Siempre he sentido mucha curiosidad por el mundo de las emociones y el comportamiento humano. Me hacía muchas preguntas sobre el sentido de la vida, por qué las personas somos o reaccionamos de diferente manera ante situaciones similares. Pensaba que tenía que haber algo más que de niños no nos habían enseñado, alguna verdad escondida que nos haría entender por qué a veces nos sentimos tan mal y cómo podemos salir de ahí. Pues bien, conocer el MAT ha traído a mi vida todas estas respuestas.

Descubrí la Ingeniería Emocional en el año 2017. En aquel momento atravesaba una profunda crisis sentimental, me sentía muy perdida y llena de miedos. Entonces la vida puso en mi camino a Arancha Merino. Me interesé mucho por toda la información que pude encontrar en Internet y rápidamente contacté con ella para saber más. Desde el primer momento Arancha me recibió con los brazos abiertos y se convirtió en un referente y guía para mí. Tuve claro que ese era el camino para encontrar las respuestas que tanto buscaba y decidí comenzar a formarme a través de los cursos de Ingeniería Emocional que ella imparte.

Actualmente he completado la formación. Tras cinco años de grandes aprendizajes, revelaciones y descubrimientos, puedo decir que he experimentado un maravilloso proceso de autoconocimiento y transformación. Antes sentía que la vida me arrastraba a su antojo y que era dueña de una supuesta suerte. Gracias al MAT he descubierto cómo tomar las riendas de mi vida y me he dado cuenta de que todo es posible cuando uno confía plenamente en la vida.

Puedo afirmar que mi vida ha mejorado en todas las áreas, en mis relaciones, en lo profesional, familiar… Pero el mayor impacto, y del que me siento más orgullosa, ha sido en la educación de mi hija. Poder transmitirle todos estos aprendizajes y observar el efecto tan positivo que provoca en ella es causa de una profunda alegría. Como cita el filósofo y psicólogo Antoni Bolinches en su aforismo “El ejemplo de los padres es la enseñanza más poderosa que pueden recibir los hijos”.

Por eso mi mayor deseo es divulgar el MAT y transmitir esta herramienta a todos los padres y madres que, como yo, quieran encontrar respuestas y acompañar a sus hijos para que se sientan seguros, desarrollen su máximo potencial, aprendan a tener un pensamiento crítico, tan importante en la época que estamos viviendo, y puedan crearse la vida que ellos quieran, libres de prejuicios y condicionamientos, sabiendo siempre elegir a las personas de las que rodearse para tener una vida plena.

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