El niño reactivador es muy amoroso, tierno y cariñoso. El reactivador adulto es cálido y acogedor, muy amoroso, se desvive por cualquiera, no solo por sus amigos o familia, se desvive por el vecino, por el compañero de trabajo, y sobre todo por el débil y necesitado. En ellos encuentra el motivo de su existencia. Es el salvador de causas perdidas. Cree que si falla al salvar al otro es debido a que el no lo hace suficientemente bien, se desvive por los demás. Dice lo que piensa sin rodeos a veces demasiado franco. No se preocupa por si mismo, es todo entrega.
Ninguna tipología es mejor que otra, cada una tiene unos puntos fuertes y sus debilidades. Descubre cual es el talento y la vocación del Reactivador y como vencer sus debilidades.
Un Reactivador ejemplar se refleja en la figura de Preciada Azancot, una visionaria del comportamiento humano que pone orden, racionalidad y cordura en el caos. Otros ejemplos de Reactivadores son Charles Chaplin, Ava Gardner o Maribel Verdú