FORTIFICADOR

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El fortificador es el niño tranquilo, tímido, reservado y prudente. Nunca dice NO. El fortificador adulto es miedoso, a casi todo, sobre todo al cambio. No intenta brillar ni destacar, prefiere no llamar la atención y situarse fuera del grupo para observar. Nunca hace nada sin antes pedir permiso. Teme mucho el rechazo de los demás y se sorprende cuando alguien valora sus propuestas. Tiene una enorme paciencia, su ritmo es lento. Admira a los que son capaces de tomar la iniciativa. Es una persona tranquila que no quiere generar conflictos. Pospone y aplaza en exceso aunque no le gusta reconocerlo. Entiende que la felicidad es la ausencia de preocupaciones, la ausencia de miedo.

Ninguna tipología es mejor que otra, cada una tiene unos puntos fuertes y sus debilidades. Descubre cual es el talento y la vocación del Fortificador y como vencer sus debilidades.

Un ejemplo de hasta dónde puede llegar un Fortificador se refleja muy bien en la figura de Gandhi. Otros ejemplos de Fortificadores son Richard Gere, Penélopez Cruz  o Antonio Banderas.